La ceremonia comenzó con una espectacular interpretación de Déjame entrar, a cargo de los legendarios Rubén Blades y Juan Luis Guerra, quienes deleitaron al público con su magia sobre el escenario. Luego, la noche continuó con una actuación de los icónicos Gloria y Emilio Estefan, quienes hicieron vibrar el auditorio con su versión de La tierra del olvido, uno de los grandes éxitos de Vives.

Otro de los momentos más emotivos fue cuando Alejandro Sanz y Arturo Sandoval unieron sus talentos para interpretar Un pobre loco, una de las canciones más representativas del artista colombiano. La sorpresa de la noche llegó cuando Juanes, quien también ha sido influenciado por el estilo único de Vives, ofreció una versión rockera de La gota fría, que dejó a todos los presentes boquiabiertos.

Cada interpretación en el escenario no solo rindió tributo a la música de Carlos Vives, sino que también destacó su influencia en la evolución de la música colombiana, su capacidad para fusionar géneros y su incansable trabajo por mantener viva la tradición de su tierra. A lo largo de su carrera, Vives ha sido un embajador cultural, llevando el sonido de Colombia a todo el mundo, y su legado sigue siendo un pilar fundamental para las generaciones actuales y futuras de artistas.